30-05-2012
Alejandro Gamero
agamero@diariouno.net.ar
La salida del juez de la Suprema Corte de Justicia provincial Fernando Romano, quien presentó renunciará el 1 de agosto, abre una oportunidad histórica al peronismo: emparejar sus fuerzas en el máximo tribunal de Justicia mendocino por primera vez desde 1983 con el regreso de la democracia.
Sin embargo, no todo será tan sencillo: el presidente de la Unión Cívica Radical e intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, reclamó contundente ayer: “El próximo juez de la Corte, el que remplace a Romano tiene que ser de la UCR”.
Sin vueltas y a un día de la dimisión anunciada, Cornejo demandó para su partido la silla de Romano.
Lo argumentó así: “Si el Gobierno quiere dar señales de una Justicia independiente, el gobernador Francisco Pérez debe nominar una persona de la oposición para ese lugar, es decir, un candidato de la UCR”.
El jefe de la oposición radical admitió que dentro del partido se trató y se ha sugerido una estrategia oficial reclamando ese cargo.
“No hemos hablado aún con el gobernador, pero es una decisión prácticamente tomada y se lo vamos a expresar en no más de dos semanas, cuando nos reuniremos con él”.
Cuando se le consultó a Cornejo desde qué lugar se juzgaba como independiente la elección de un juez para la Corte que viniera del radicalismo, el presidente del partido respondió:“Es la independencia respecto del Poder Ejecutivo. Se supone que el Poder Judicial es un contrapoder del Poder Ejecutivo”.
Argumentó que “los dos últimos jueces que nominó el Justicialista (Carlos Böhm y Mario Adaro) fueron candidatos de perfil fuertemente político y del partido de Gobierno de ese momento. En cambio, el último candidato que puso la UCR, aunque era un afiliado del partido, se trató de un académico de gran trayectoria como el doctor Alejandro Pérez Hualde”.
Los números a favor de “Paco”
No obstante, a pesar del planteo de Cornejo, hoy el gobernador Francisco Paco Pérez y su gobierno cuentan con los votos necesarios para hacer que su candidato propio pase sin problemas por el Senado.
Es que el proceso de elección de un candidato para juez de la Suprema Corte es el siguiente: el gobernador propone y el Senado dispone. Por lo tanto, la cantidad de votos en la Cámara Alta es fundamental.
Allí, el peronismo oficialista tiene 14 senadores, luego el bloque de peronistas de San Rafael suman tres, más los cuatro peronistas disidentes, más la senadora y aliada kirchnerista, Alejandra Namam, llegan a 22, es decir, la mayoría. En caso de desempate cuentan, además, con Carlos Ciurca.
Así las cosas, el peronismos gobernante parece tener todas las ventajas, pero el jefe de la UCR, Alfredo Cornejo, alertó: “No es bueno que un gobierno imponga un ministro de la Suprema Corte. Con el titular de Irrigación hubo conversaciones y salió por consenso dándole mayor legitimidad institucional. Con la Corte debería ser igual”.
Uno que picó en punta
Aunque todavía no se lo hayan ofrecido, el fiscal federal general, Omar Palermo, picó en punta como el principal precandidato del Gobierno para ocupar un lugar en la Suprema Corte de Justicia provincial.
En diálogo con Diario UNO Palermo aseguró ayer: “Ni me han llamado ni me han ofrecido nada” y fuentes confiables del Poder Ejecutivo confirmaron que no habían hablado con él pero, a la vez, dijeron: “Seguramente estará entre los candidatos”.
Así como con Palermo ya se firma el “seguramente” a uno que le bajan el pulgar quienes conocen el pensamiento del Barrio Cívico es a Alejandro Cazabán, de quien dicen que no pasaría el filtro del PJ.
En tanto, se anota otra vez en la pelea a la senadora Miriam Gallardo, referente del sector azul del peronismo que lidera el Chueco Juan Carlos Mazzón.
Sin embargo, para Paco empezar por casa no será sencillo porque en el PJ admiten que los referentes internos deberán dar el sí al candidato.
FUENTE:DIARIO UNO
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